Decantadores de vino: elegancia y ciencia en cada copa
Pocas piezas de la cristalería resultan tan fascinantes como el decantador. Más allá de su belleza, esta herramienta clásica tiene un papel clave para disfrutar al máximo las cualidades de un buen vino. Si alguna vez te has preguntado para qué sirve, qué vinos se deben decantar, o cuánto tiempo necesita un vino para respirar, aquí encontrarás las respuestas.
¿Para qué sirve un decantador?
El decantador tiene dos funciones principales:
- Separar sedimentos: En vinos de guarda o añejos, es común que se formen posos naturales durante el envejecimiento. Al decantar, se transfiere el vino a otro recipiente, dejando esos sedimentos en la botella.
- Oxigenar el vino: En vinos jóvenes, la decantación permite que el líquido entre en contacto con el oxígeno, suavizando taninos, liberando aromas y revelando matices que en la botella permanecen cerrados.
¿Qué vinos se pueden decantar… y cuáles no?
- Vinos que se deben decantar
- Tintos añejos: Cabernet Sauvignon, Rioja Reserva, Bordeaux, Barolo o Brunello di Montalcino, entre otros. La decantación ayuda a separar sedimentos y a despertar aromas complejos.
- Tintos jóvenes y potentes: Malbec, Syrah, Tannat o Tempranillo. Oxigenarlos realza la fruta, suaviza la astringencia y equilibra la estructura.
- Algunos blancos con cuerpo: Chardonnay fermentado en barrica o vinos naturales que necesitan abrirse.
- Vinos que no se deben decantar
- Espumosos como el Champagne, Cava o Prosecco: perderían su efervescencia.
- Vinos frágiles o muy viejos (más de 20 años) pueden oxidarse rápidamente; en estos casos se recomienda un servicio muy delicado y rápido.
¿Cuánto tiempo hay que decantar?
El tiempo depende del tipo de vino:
- Tintos jóvenes: entre 30 minutos y 2 horas para permitir una buena oxigenación.
- Tintos añejos: 10 a 30 minutos es suficiente para evitar que pierdan frescura.
- Blancos con cuerpo: alrededor de 20 minutos, solo para despertar aromas.
Como regla general, es mejor empezar con tiempos cortos y probar el vino para ajustar.
Propiedades que se potencian al decantar
Cuando un vino respira, su carácter se transforma:
- Los taninos se suavizan, ofreciendo una textura más sedosa.
- Los aromas se abren, liberando notas de fruta, flores, especias o madera.
- El sabor se equilibra, revelando la verdadera personalidad del vino.
Es una experiencia casi mágica: el mismo vino que salió de la botella se percibe más complejo, elegante y envolvente.
En Alumar contamos con una cuidada selección de decantadores de vino en diferentes diseños y tamaños, ideales para realzar las propiedades de cada vino y para servirlo con el estilo que merece. Ya sea para una cena especial, una cata o un momento íntimo, un decantador no solo embellece la mesa, sino que transforma cada sorbo en una experiencia sensorial única.
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